viernes, mayo 09, 2008

Si no queda satisfecho, le devolvemos una tarjetita

El año pasado, los alumnos de 4º y 5º de Biología de la UDC tuvimos la oportunidad de ir a dos "largas" excursiones a dos conocidos parques nacionales. No me apunté porque pensé que este año iba a tener más tiempo; me equivoqué: visto en perspectiva, pude haber ido a las dos. La primera fue al conocidísimo Parque Nacional de Doñana, organizado por los alumnos; en concreto, por iniciativa de una alumna que terminaba la carrera y no quería hacerlo sin ver el más conocido de nuestros parques nacionales. Fue en carnavales, justo después de los exámenes de febrero, en el mejor momento posible para realizar una excursión. Por lo que me contaron los compañeros, la visita fue muy turística, con unos guías que les enseñaban lo que les suele asombrar a un turista común, pero que no tenían mucho que hacer al lado de los profesores que les acompañaban: la botánica Elvira Sahuquillo (profesora de Botánica y Botánica Terrestre), el micropaleontólogo Roberto Bao (profesor de Geología y Paleobiología, que además sabe mucho de aves), y el herpetólogo Pedro Galán (profesor de Fisiología Animal, Métodos de Estudio en Biología Animal y Biología de los Animales Terrestres). Desgraciadamente. esa excursión no se realiza este año.
Sí se repite, por iniciativa de Elvira, la excursión al Parque Nacional de Monfragüe, organizado por la facultad. Al igual que el año pasado, viajan con los alumnos el ecólogo y blogger Marcelino Fuentes (profesor de Métodos en Ecología y Ecología de Comunidades y Conservación) y la propia Elvira Sahuquillo, además de Roberto Bao. Al igual que el año pasado, la excursión es poco antes de los exámenes de junio (17, 18 y 19 de mayo, del sábado al lunes), y dura un díoa menos porque estaba el resto de los días alquilado el lugar. Los que fueron quedaron fascinados por toda la gama de aves que encontraron por la zona, como buitres, búhos, águilas... Y me lo perdí porque no quise ir.

Y este año acabo la carrera, así que no pienso desaprovechar la oportunidad de ir a Monfragüe y ver buitres por primera vez en mi vida fuera del Zoo de Vigo. Así que, ya que estamos, me voy a comprar una cámara digital.

La fotografía digital (la fotografía en general) es un mundo aparte. Hay que saber para qué se quiere una cámara, si se va a aprovechar al máximo lo que se va a comprar. Es una tonteria que un señor que usa la cámara una vez al año para las fotos de la fiesta de Nochevieja se compre una Reflex acojonante que apenas va a usar. Y un amante de la naturaleza que saque decenas de miles de fotos al año no tiene por qué conformarse con una cutrez barata de 12 megapixels y zoom digital 48x, pero de zoom óptico 2 x y sin modo manual.

Muy bien, como no sé de cámaras, hablo con amigos que saben de fotografía. Además, buceo en la Red en busca de webs donde aconsejen una buena compra, ésta me parece muy creíble (10 consejos para fotógrafos digitales), y otras me parecen quizá algo desactualizadas (Una cámara digital debería tener por lo menos 1,3 Megapíxels, 2002). Un amigo me habla de un modelo (no lo recuerdo ahora mismo), y voy a la FNAC a ver si la tienen... 80 euros más cara que en Internet... A ver en Foto Artús... Tras esperar 20 minutos a que el que atiende deje de hablar a gritos por teléfono con un tal Nacho, el tío me atiende y le digo, "¿cuánto cuesta el modelo X?" "Espera". Se va... Vuelve. "¿Cuánto cuesta el modelo X?" "Ahora voy por él". Me lo da. Y yo "vale, ¿cuánto cuesta?". "¿Qué modelo es?". Respondo: "Marca X, modelo Y. ¿Cuánto cuesta?". "Vale... ¿cuál era el modelo?". Se lo repito. Me dice: 330 euracos, aproximadamente. Le respondo: "ah, es que la vi en internet por 260". Error. A pesar de que era un comentario sin ninguna malicia, el dependiente me empieza a sermonear sobre cosas que ya sé, como el hecho de que si compras una cosa en una tienda, el responsable de llamar al fabricante en caso de fallo durante la garantía es el fabricante, y si lo compras por Internet, es el usuario. Me habla del contrato de confianza que tienen la tienda y el cliente, bla, bla.

Respondo: "todo eso ya lo sé. Mire, tengo aquí apuntadas las características de la máquina. Este modelo se me va del presupuesto, y quería saber si tiene otro modelo similar de otra marca y precio menor". "Sí, tengo este otro modelo de 440 euros". Y yo: "le digo una similar de precio menor". "Sí, este modelo de 440 euros". Respondo: "es que mi límite son 300 euros". "Pues es lo que hay". Me voy cabreado de haber perdido media hora entre la espera y la cuasibronca que me echó el señor.

Decido irme a Carrefour, o Idea, o alguno de éstos. Al menos allí miraré con calma las características de los distintos modelos de cámara sin nadie como el que me acabe de tocar. En Carrefour me gusta la Sony DSC H10, aunque en la estantería de la entrada no la tienen, así que la busco dentro. La chica que me atiende es muy maja, la va a buscar al almacén, y tras tardar bastante, me la trae. Le digo "antes de comprarla, quería ver sus características". Como en la caja no dice mucho más que en la estantería, sacamos el manual. En 10 segundos me doy cuenta de que la chica tiene menos idea de fotografía que yo, pero entre los dos vamos mirando las características que mis amigos fotógrafos aficcionados me han dicho que mire: 8,2 Megapixels (a partir de los 8, no se nota la diferencia), Zoom óptico 10x (para ver buitres debe estar bien, supongo), macro 2 cm (para sacar fotos desde MUY cerca, hasta 2 cm), ISO 3200 (todavía tengo que aprender a usarla) y un modo manual que ya he ido probando toscamente (vean el Ulex europaeus o la Escuela Superior de Arquitectura). La cámara está de puta madre.

Pues nada, los siguientes pasos: una memoria de 4 GB (una clónica, de 20 euros), una batería y, como la cámara no es del todo compatible con Ubuntu 8.04 (las fotos me salen borrosas o cortadas), un adaptador que lea las tarjetas de memoria. En la tienda donde cojo el viernes pasado (a punto de cerrar a las 19:55) la memoria, se les agotaron las baterías, y como es tarde, me espero al día siguiente. No tienen batería (ni clónica, ni de Sony) ni en PCBOX, ni en APP, ni en otra tienda de la que ya no me acuerdo el nombre, donde sí compré el adaptador (14 euros). Por la tarde me voy a por la batería: por la anterior experiencia me salto el paso lógico de irme a Foto Artús (tienda especializada en la que estaba el que me echó la bronca), y voy primero a la FNAC (sólo las tienen de Sony, por 50 euros), así que prefiero mirar en otro sitio. Ni en Carrefour ni en Idea tienen baterias porque "Sony es muy suyo". Y yo pensando "bien, cojonudo, se me va a acabar la batería en medio del parque, y no podré cambiarla por otra hasta la noche". Finalmente me canso y voy a El Corte Inglés, y ese es el motivo de este mensaje.

La Coruña es una ciudad pequeña, pero cuando te la pateas suele cansar bastante. Tras ir de un lado a otro de El Corte Inglés, doy con el departamento de Fotografía y le digo: "quería una batería para la cámara Sony DSC H10; a ser posible, clónica". Le digo que la batería que lleva la cámara es una NP-BG1. Me dan una clónica. Lo primero que me escama es que en el envase dice que es compatible con un montón de modelos de cámaras de Sony: H3, H8, H9... Pero no H10. Lo segundo que me escama es que, aunque en el envoltorio pone NP-BG12, en la batería pone BP-BG1. Se lo digo, y la dependienta me dice que da igual, que me vale igual. Y pienso: "venga, es El Corte Inglés, no me van a mentir". Pago los 35 euracos. Al llegar a casa (cansado), saco la memoria y la meto en la cámara. Parece que funciona, así que apago la cámara.

Resulta que mañana tengo una excursión de la asignatura de ECC a Debesa do Obio. Vale, agoto la batería que vino con la máquina, la dejo a cargar, y pongo la que me acabo de comprar hace una semana. Saco un par de fotos sin problemas, pero al cabo de un minuto, aparece un mensaje en la pantalla diciendo que funciona sólo con baterías compatibles. Me cisco en todos los muertos de Sony (primero) y de quienes me atendieron (justo después), y me pongo como loco a buscar el tiquet de la batería. No está por ningún lado, y eso que suelo guardar los importantes...

Cojo el envase, la batería y la cámara y me voy a toda prisa a El Corte Inglés.
- Quería cambiar esta batería que ustedes me dijeron que era compatible con mi cámara, por otra que sea realmente compatible.
- Muy bien, ¿tiene el tíquet?
- ...no, no lo tengo.
- Pues sin tiquet, no podemos cambiarlo.
- Ya, verá, es que a pesar de que en el envase pone que esta batería es un modelo, y en la batería pone otro, y de que en la lista de cámaras compatibles no aparece la mía, ustedes me aseguraron que podía usarla sin problema.
- Ya, pero es que sin el tíquet no podemos hacer nada... ¿lo pagó con tarjeta?
- No, en efectivo.
- Ah... es que con tarjeta queda constancia de la compra que se hizo. No podemos hacer nada sin el tiquet.
- Muy bien. ¿Tienen hoja de reclamaciones?
- Sí claro... pero la hoja de reclamaciones...
- Es que si ustedes me dicen que la batería es compatible y no lo es, y no la puedo cambiar, tendré que reclamar.
- Verá, si quiere, puedo llamar al encargado a ver si puede arreglarle el asunto.
- De acuerdo, llámelo.

Comprendo que es una situación excepcional, y la chica no estaba autorizada por los de arriba a cambiar la batería por otra, ni a devolver el dinero. El encargado me explicó que Sony dificulta en sus cámaras que se usen baterías de otras marcas, pero bastaría una más actualizada que funcione.

No las había, ni clónicas ni las de Sony. Así que, como no llevaba el tíquet, devolví la (para mí) inservible memoria y a cambio me dieron una especie de tarjeta para hacer compras sólo en El Corte Inglés por valor de 35 euros y pico, que es lo que había costado la memoria. Si les llegan la semana que viene, bienvenidas sean, y si no... tendré que ir de nuevo a Foto Artús... Muy majos la chica y el encargado, todo hay que decirlo, les agradezco su amabilidad.

El caso es que, salvo causa de fuerza mayor, iré al Parque Nacional de Monfragüe con una cámara decente (al menos una batería) y una memoria de 4 GB.

Os dejaré por algún lado las fotos que saque. Por lo pronto, os dejo mis fotos (casi todas sacadas con otra cámara) en Wikimedia Commons.